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Rosácea

La rosácea es una dermatosis crónica de la zona facial que se caracteriza por una reacción  vasomotora, provocando cambios cutáneos en cara.

Etiopatogenia.

La causa de esta dermatosis no está bien establecida. Es multifactorial. Afecta a personas con predisposición constitucional a enrojecerse por diferentes estímulos que producen vasodilatación pero que en ellas, lo hacen con más intensidad y por un período mayor de tiempo.

Se observa desregulación en la respuesta inmune frente a algunos microorganismos. Frente a estos organismos se dispara un cuadro de hiperreactividad inmunológica. La buena respuesta al tratamiento con antimicrobianos que actúan a nivel molecular modulando la respuesta inmune sustentan esta etiología.

Por otro lado, mecanismos  neurocutáneos desregulados explican el cuadro de rosácea ante los cambios de temperatura, ejercicios, alcohol y comidas picantes.

Dentro de los factores desencadenantes o agravantes encontramos:

  • Exposición solar.
  • Temperaturas extremas.
  • Estrés.
  • Ingesta de alimentos o bebidas calientes.
  • Ingesta de bebidas alcohólicas.
  • Drogas vasodilatadoras.
  • Irritantes locales.
  • Trastornos hormonales. Menopausia.
  • Trastornos gastrointestinales.

Cuando los pacientes con rosácea, refieren trastornos gastrointestinales, algunos autores sugieren investigar la presencia de Helicobacter Pylori, bacteria que coloniza el estomago, que actuaría favoreciendo la liberación de mediadores de la vasodilatación. Se la relaciona con la fase eritematosa de la rosácea.

Presentación clínica:

Es más común en mujeres de raza blanca, entre los 30 y 50 años de edad, sin embargo los casos más severos se observan en hombres.

Afecta las zonas convexas de la cara, frente, nariz, mejillas y mentón. Puede extenderse a cuello, pecho y dorso. Puede darse en piel seborreica o en piel fina y seca. En algunos casos hay compromiso ocular por lo que es conveniente realizar consulta con el oftalmólogo.

El nivel de compromiso facial puede clasificarse en estadios clínicos:

  • Estadio 0: Eritema transitorio (flushing): sensación de calor en cara.
  • Estadio 1: Eritema permanente con telangiectasias (fase eritematosa).
  • Estadio 2: Pápulas y pústulas (fase pseudoacneica). No hay comedones, a diferencia de lo que ocurre en el acné.
  • Estadio 3: Fimas. En este estadio, hay hiperplasia e hipertrofia de las glándulas sebáceas y engrosamiento del tegumento, afectando principalmente la nariz (rinofima). Es más frecuente en hombres.
  • Estadio 4: compromiso ocular.

Tratamiento:

.Educación del paciente explicando el cuadro y los potenciales desencadenantes.

Higiene de la cara con productos para pieles intolerantes.

Descongestivos locales: compresas frías con té de manzanilla, malva. Uso de agua termal. Máscaras de pepino. Medidas que carecen de sustento científico pero ayudan a la concientización y adherencia al tratamiento del paciente.

Protección solar: Uso de pantalla solar. La radiación ultravioleta es desencadenante.

.Tratamiento local:

Antibacterianos tópicos.

.Tratamiento sistémico:

Se indican antibacterianos por vía oral.

Las ultimas opciones actúan modulando la respuesta inmune en los casos de hierreactividad inmunológica. 

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