La OMS estima que aproximadamente mil millones de personas están infectadas y que debido a la influenza mueren hasta 500.000 personas por año. En general, el mayor número de enfermos se da en los niños, mientras que la mayor carga de hospitalizaciones y muertes ocurren en aquellos con condiciones médicas subyacentes, infantes, niños pequeños y ancianos.
La influenza es una infección viral aguda del tracto respiratorio que se propaga fácilmente de persona a persona.
Hay 4 tipos de virus de la influenza: A, B, C y D, pero solo los virus de la influenza A y B causan enfermedades humanas clínicamente importantes y epidemias estacionales.
Los virus de la influenza A causan la enfermedad clínica más grave y son la causa más común de epidemias y pandemias estacionales en las poblaciones humanas. Los cambios menores que ocurren entre las estaciones de la influenza en las proteínas de los virus dan lugar a epidemias anuales, con picos en el invierno de las regiones templadas (mayo-octubre). En contraste, las pandemias de influenza (epidemias mundiales graves) ocurren cuando emerge bruscamente un nuevo subtipo de influenza A, debido a un cambio importante en las proteínas de la superficie viral, a menudo provocado por la combinación con virus circulantes en los animales. La mayoría de las personas no tiene inmunidad contra el nuevo subtipo y la infección se propaga rápidamente.
La influenza se caracteriza por un inicio repentino de fiebre, dolor muscular, dolor de cabeza, malestar general, tos seca, dolor de garganta y congestión nasal. Los síntomas gastrointestinales como vómitos y diarrea son también comunes. El período de incubación de la influenza (tiempo desde la infección hasta el desarrollo de los síntomas) es de 1 a 4 días. El período de contagio es desde un día antes de la aparición de los síntomas hasta 5-7 días después.
La influenza puede causar enfermedad grave o muerte, en particular en los individuos de alto riesgo. La mortalidad es mayor si la gripe es complicada (enfermedad que requiere hospitalización o que exacerba una enfermedad crónica preexistente) en todos los grupos de edad, pero es mayor en los niños menores de 6 meses.
En cuanto al tratamiento en los individuos sanos, la influenza suele ser autolimitada. El tratamiento de la enfermedad no complicada en los individuos sanos es de apoyo e incluye antitermicos, adecuada ingesta de líquidos, reposo y no asistir al trabajo o la escuela hasta 24 horas después de la resolución de la fiebre, para limitar el contagio a otras personas.
En los individuos con influenza complicada pueden requerir antivirales.
La vacunación es el medio más eficaz para prevenir la gripe y sus complicaciones. Es posible que la inmunidad que se desarrolla en una temporada de influenza no brinde protección en los años siguientes debido a cambios en las cepas circulantes y la disminución de la inmunidad. Las vacunas contra la influenza se actualizan anualmente con la inclusión de las cepas virales que se prevé van a circular en el invierno.
Indicaciones de vacunación:
-embarazadas.
-pacientes pediatricos entre 6 y 24 meses.
-personas que presenten enfermedades preexistentes y se las considere grupos de riesgo.
-adultos mayores de 65 años.
-personal de salud.