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Asma

El primer martes de mayo se celebra el Día Mundial del Asma. El objetivo es involucrar a los pacientes con la atención y control del asma, reducir los posibles factores de riesgo y enseñar a las personas qué se debe hacer ante un posible ataque o crisis de esta enfermedad.

El asma es la enfermedad crónica más habitual en niños. Con un tratamiento adecuado y el control de factores desencadenantes, como ambientes libres de humo y la vacunación, las personas con asma pueden lograr el control total de la enfermedad y realizar actividades regularmente.

El asma es la inflamación y estrechamiento de las vías respiratorias (bronquios). Como consecuencia de este estrechamiento, se hace difícil respirar.

Las vías aéreas de las personas con asma son muy sensibles y reaccionan frente a muchos estímulos; como por ejemplo, el humo del tabaco, el polvo, el polen o el aire frío.

En la mayoría de los casos (alrededor del 80%) el asma se produce por causa alérgica.

Las personas predispuestas se “sensibilizan” a sustancias de su entorno, que denominamos alergenos (ácaros del polvo, granos de polen, caspa de animales domésticos, moho, productos químicos, etc.).

Con un tratamiento adecuado, la mayoría de los pacientes con asma pueden ser capaces de mantenerse activos sin síntomas, incluyendo la realización de ejercicio y la práctica de deportes.

Asimismo, pueden dormir durante la noche sin síntomas, prevenir las crisis de asma y mantener la mejor función respiratoria posible. En resumen, tener una buena calidad de vida, e incluso solucionar su proceso asmático.

En resumen, en individuos susceptibles, esta inflamación crónica se asocia a una respuesta exagerada de la vía aérea (hiperrespuesta bronquial) que provoca episodios recurrentes

de dificultad respiratoria, opresión torácica y tos, particularmente en la noche o en la

madrugada. Estos síntomas están usualmente asociados con una obstrucción generalizada

de las vías aéreas que varía de intensidad en cortos períodos de tiempo o revierte en forma espontánea o por el tratamiento instituido.

Si alguien de tu familia presenta dificultades  para respirar acude a tu centro de salud más cercano.