Mantener el calendario de vacunas al día, es importante en todas las etapas de la vida. Aunque se crea lo contrario, protegerse mediante la inmunización no finaliza en la niñez o adolescencia.
Las personas adultas de 65 años o más deben continuar con los refuerzos de vacunas ya aplicadas, completar esquemas y protegerse contra la gripe y el neumococo, principales causas de complicaciones en esta etapa de la vida. A lo largo de la vida, es posible que debas colocarte refuerzos de algunas vacunas o completar los esquemas para alcanzar la protección contra distintas enfermedades.
- Antigripal: una dosis anual. La vacuna antigripal reduce las complicaciones, hospitalizaciones, secuelas y muertes ocasionadas por el virus influenza.
- Neumococo: esquema secuencial de dos vacunas (vacuna conjugada y al año siguiente aplicar la vacuna polisacárida). La vacuna protege de infecciones graves causadas por la bacteria neumococo (como neumonía y meningitis) y de sus potenciales complicaciones.
- Doble bacteriana: iniciar o completar esquema de tres dosis, luego continuar con una dosis de refuerzo cada 10 años. La vacuna doble bacteriana (también llamada doble adultos), protege contra la difteria y el tétanos.
Hepatitis B: desde 2012 es obligatoria para todas las personas de cualquier edad y no requiere orden médica. Las personas no vacunadas deberán iniciar el esquema de vacunación de tres dosis. En el caso de haber recibido alguna dosis previa, completar con las dosis que falten. La vacuna previene la hepatitis B y las graves consecuencias que esta enfermedad genera como el cáncer de hígado.